miércoles, 2 de noviembre de 2011

Se que no soy lo que buscas, no soy rubia y no me gusta el Martini con hielo. Yo diría que para ti soy demasiado alta, sobrepaso el metro setenta, y con tacones lo soy aún más. Lloro demasiado, pero soy tan divertida en ocasiones que te dolerá cada centímetro del cuerpo de tanto reírte. Sonrío muy a menudo la verdad, sobre todo cuando te tengo conmigo, y mi sonrisa es tan vital que cuando la veas estarás siempre al acecho para verla otra vez. Me han enseñado a bailar, pero nunca a sonreír, tuve que aprender sola. Soy incapaz de estarme quieta, hablo demasiado y me enfado muy deprisa, aunque se me pasa muy rápido, también. Lo que puedo prometerte es que no te aburrirás conmigo, te volveré loco y querrás salir corriendo de lo pesada que me pongo a veces...demasiadas. También te darás cuenta, con el tiempo, de que soy algo inconformista, y un tanto caprichosa, a veces me paso de tonta y de imprudente, y sobre todo soy impredecible, así que, de vez en cuando, no te esperes algo que tenga mucho sentido. Canto en la ducha, bailo por la calle y escribiré tu nombre en la arena todos los veranos.

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